viernes, 3 de abril de 2009

Los dueños de la cultura vs. Horacio Potel

El régimen de derechos de autor se fue de madre, hace un rato largo.

Este régimen, que tenía originalmente el objetivo de promover la publicación de cierto tipo de obras para ayudar a la difusión de la cultura, se ha convertido en un monstruo sobredimensionado e incontrolable, cuyo principal efecto es poner obstáculos a la difusión de obras de todo tipo, incluyendo algunas en las que no tiene el más minimo sentido, como por ejemplo los programas ejecutables de computadora.

Un ejemplo reciente de la disfuncionalidad del sistema de derechos de autor en el actual contexto social y tecnológico es la querella penal promovida por la Cámara Argentina del Libro (nombre poético si los hay, toda vez que los agrupados en la cámara no son precisamente libros, sino editoriales) a un docente de filosofía de la Universidad de Lanús, Horacio Potel, por sus sitios web Nietzsche en Castellano, Heidegger en Castellano y Derrida en Castellano, en los que ponía al alcance del público, en forma gratuita y sin fines de lucro, una completa relación de los textos, vida y obra de los tres filósofos, además de fotos, biografías, comentarios y enlaces.

La demanda carece de mérito en el caso de Nietsche, ya que éste que murió en 1900, y por lo tanto los derechos comerciales sobre su obra expiraron en 1970, y es probable que el aspecto penal de la querella no prospere porque para que lo haga deberían demostrar intención de dolo, pero tanto en el caso de Heidegger (1889-1976) como el de Derrida (1930-2004), la publicación de obras de estos autores sin autorización de los titulares del derecho de autor puede ser vista, efectivamente, como una violación de la letra de la ley 11.723. Para un juez, este hecho probablemente baste para considerarlo culpable, al menos en el fuero civil. Es posible, incluso, que un juez no tenga más remedio que declararlo culpable, ya que su función es aplicar la ley, y no cuestionarla.

El resto de la ciudadanía, sin embargo, tenemos una pregunta muy difícil que contestar. Específicamente: ¿es justa una ley que permite condenar a una persona cuyas acciones claramente benefician a la sociedad en su conjunto? ¿Cómo se justifica una ley promulgada con el objetivo de promover la difusión de la cultura, pero que castiga a las personas que dedican su tiempo y esfuerzo, sin remuneración, precisamente a difundirla?

Los sitos de Potel son visitados por estudiantes de filosofía de todo el mundo hispanoparlante, que a través de ellos tienen acceso a textos que de otra manera estarían fuera de su alcance, ya sea porque son demasiado caros o porque sencillamente no se consiguen debido a que las editoriales las tienen fuera de imprenta o no están presentes en sus países. La riqueza social generada por los sitios de Potel, medida en términos de difusión de cultura, supera así con creces cualquier presunto perjuicio que las editoriales puedan argumentar haber sufrido. Darle prioridad a la posibilidad de lucro de éstas por sobre la posibilidad de acceso de todos es coronarlas definitivamente como dueñas de la cultura, de todas las obras creada por otros. Pidiéndole una imagen prestada a Richard Stallman, estamos destruyendo dos pesos de riqueza común para generar un peso de fortuna personal.

Es dudoso que las acciones de Potel hayan tenido una influencia negativa en las ventas de esos textos: no es lo mismo una publicación en la red que una edición no autorizada de un libro, que sí compite directamente con el producto de la editorial, y quienes compran libros rara vez consideran a un sitio web como un sustituto adecuado. Es posible, incluso, que más de una persona haya decidido comprar algún libro de Heidegger o Derrida luego de leerlos por primera vez en el sitio de Potel.

Pero supongamos por un momento que la existencia de los sitios de Potel hayan tenido algún efecto de reducción de la ventas de los libros de estos autores, ¿está justificado socialmente impedir la actividad de Potel para permitir que continúe la de de las editoriales? Al fin y al cabo, el valor social de la actividad de las editoras está en que, durante un cierto período histórico, fueron un agente razonablemente eficaz para la difusión de la cultura. Si hoy disponemos de mecanismos mejores para la misma tarea ¿qué sentido tiene prohibirlos para mantener vivos los antiguos mecanismos, inferiores tanto en eficiencia como en eficacia?

Es posible que Potel sea condenado por sus acciones. Si eso ocurre, será por haber violado una ley anacrónica, injusta y contraproducente, que ya es hora que repensemos desde el principio.

Nota del 11 de March de 2009, extraida de:
http://www.vialibre.org.ar/2009/03/11/los-duenos-de-la-cultura-vs-horacio-potel/

15 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad, cada uno tiene razon, por un lado las editoriales ya que ellas estan para hacer y vender los libros y asi ganar dinero y claramente en los libros dice que no se pueden fotocopiar, por otra parte el filosofo no quizo molestar a las editoriales sino extander o distribuir un poco de cultura para que los estudiantes, sin tener que comprar los libros, puedan acceder a estos sin problema. En mi caso, no me pongo del lado de nadie sino doy una opinion desde afuera.

Candela, 2do 7ma. T.Tarde

Anónimo dijo...

Mi comentario se basa en la pregunta del artículo "¿Es justa una ley que permite condenar a una persona cuya acciones claramente beneficial a la sociedad en su conjunto?". Puede ser que esta no sea la pregunta clave, pero la verdad no me parece nada justa, porque en realidad en vez de hacer la ley correctamente, o sea, a quien se lo merece, sino, xq le conviene a ellos solo para tener la posibilidad del lucro. Les molesta que Potel haya creado sus sitios web, ya que al hacerlos rompió la ley 11.723, que prohibe la publicación de las obras de estos autores sin autorizacion de los titulares.
Potel condenado por sus acciones, por haber violado una ley injusta para todos.
Atte: Andres Ullua. 2do 7ma.

Charrr dijo...

Algo que se remarca en este caso, la importancia de las ganancias es mucho mayor a la importancia de la educaciòn. ¿Tan dificil es poder promover, desde tu espacio, informaciòn dificil de obtener? Como vemos si, y aparte de todo esto, trae consecuencias. Potel habrà violado una ley, aunque no tenga culpas, pero abriò varias puertas en nuestras mentes para poder pensar y preguntarnos si es asi como tienen que ser las cosas, condenar a un docente de filosofia antes que condenar a un delicuente asesino.

Artigas, 2º 8va Turno Tarde

Anónimo dijo...

Mi opinion sobre el tema es que Horacio Potel al hacer estas buenas acciones, por que lo unico que hizo fue publicar en internet contenidos de libros que las editoriales prohiben leer sino pagas por estos. Si Potel es declarado culpable quiere decir que la justicia en este pais se enfoncan en casos sin importancia y que en vez de resolver todos los casos de asesinatos y robos que hay, se preocupan por quien publico lo que decian los filosofos antes, para que los estudiantes de filosofia puedan tener mayor informacion y un mejor rendimiento en sus estudios. Esta bien que este profesor rompio una ley pero, ¿Cuantas personas rompen leyes todos los dias por cosas con fines de lucro? Por lo menos Horacio Potel no tenia ninguna intencion mala.
Atentamente, Martina Paz de 2°8va.

amara dijo...

Principalmente creo que la demanda hacia H.Potel surge con fines de lucrar:las personas que heredarian el dinero amparados por la ley 11.723 vieron la oportunidad de obtener lo que les corresponderia por los derechos de autor,sin contemplar que Potel utilizaba los textos para difundir las palabras y pensamientos de aquellos filosofos,y asi facilitarle la informacion a las personas interesadas(a las editoriales no le haria mucha gracia en cuanto a la baja en sus ventas).
Agregandole a lo de la facilitacion de estos textos el hecho de que no tenia ningun tipo de ambicion en lucrar,es injusto que no se contemplara todo el beneficio que Potel dio,y volverse "relativo" lo de aplicar la ley no siendo justa.Si lo que èl hizo solamente fue aprovechar las tecnologias y sus beneficios para difundir e inculcar la CULTURA DE LA FILOSOFIA.

Amara Dulce,2do.8va.

Anónimo dijo...

Obviamente esta demanda va mas allá de la ley, es por unos pesos mas: Hasta me animaria a decir que ellos creen que estan eliminando a la competencia, y en realidad lo que hacen es arruinarle la existencia a un profesor que difunde sus conocimientos libre y gratuitamente para ayudar a los demas.
Si Esta editorial que lo denuncia(ahora no me acuerdo el nombre) es en efecto perjudicada por las acciones de Potel, podria hacer muchas otras cosas para vender mas libros en vez de demandar a un profesor.

La respuesta a esa pregunta que hacés sobre si la ley es justa o no, es prescisamente que no, pero que podemos hacer la ciudadanía con repecto a esto? ¿Cambiar la ley? ¿Protestar?; sabemos que naide va a salir a cortar una calle por una ley como esta, pero lo que si sabemos, es que "siempre hay un perejil" al que se adjudica toda la culpa, un pobre tipo que ayudaba a la gente y que sin querer se convirtió en "amenaza" para una empresa que lo demandó.
Porque para llegar mas arriba hay que dejar al otro con la cara en el piso? Acaso la editorial no podia najar los precios de los libros? ¿O Difundirlos de alguna manera para vender más? - No, tenían que demandar un profesor que no molestaba a nadie.

En fin, yo solo veo esto como una prioridad al lucro y la educación en segundo plano.


Por Facundo Costas de 2º4º

Anónimo dijo...

Bueno, yo creo que hay que poner las cosas en claro. La ley es así, y si publicas material de alguna editorial, ellos te pueden hacer un juicio. Pero en sí, no me parece bien. Yo creo que esa ley tendría que ponerse en actividad cuando alguien publica y pretende adueñarse de ese material. Y no creo que sea el caso del Profesor Potel.
Pienso que seguramente más de una persona decidió comprar algun libro de Heidegge, Derrida o Nietzsche después de leer el contenido.
Si me pongo del lado de la editorial, yo haría una exepción por Horacio Potel, él cual "beneficiaba a la sociedad" difundiendo el pensamiento filosófico.
Que nos abran un poco la mente.

María B. Callara. 2do 8va. T.Ta

Anónimo dijo...

Este texto me dio ganas de poder leer algo más acerca del profesor H. Potel y parece increíble pensar que mientras algunos el 26 de abril celebraban el día mundial de la propiedad intelectual Potel estaba siendo acusado por tratar de abrirnos la mente.
Leer sobre este tipo de injusticias dan bronca, porque hablamos de un docente que lo único que intentaba hacer era facilitarnos la utilización de un material difícil de conseguir. ¿Quien no habla leído alguna
vez una opinión o un libro por la web y después terminar comprándoselo?
No creo que el problema sea la baja en la compra de estos textos, sino que la sociedad en la que vivimos se maneja de este modo. A nadie le importa si a las personas que disponían de estas páginas, ya sea para estudiar, sacar apuntes o simplemente entretenerse con estos autores, no puedan hacerlo mas. Ahí es cuando te das cuenta que todo gira en torno al dinero en vez de pensar en la educación.
¿Así quieren que las nuevas generaciones saquen el mundo adelante?

Sabrina Tellechea Sequeira, 2do 8va Turno Tarde.

Adry dijo...

Creo que H.Potel haciendo estas acciones busco la forma de dar una oportunidad mas sencilla. Por un lado tienen razon las editoriales porque al fin y al cabo ellos tienen los derechos, pero no es justo, porque Potel no queria adueñarse. No estoy del lado de ninguno solo cuento mi parecer...

Gentile 2º 8º T.T.

Anónimo dijo...

Pienso que la ley que quiere perjudicar a Potel es totalmente injusta.Ya que este hombre creo su pagina para que se difunda un poco mas la cultura.
Muchas personas no tiene el capital para adquirir la informacion,y a traves de este medio puede adquirir mas conocimientos.
No veo para nada razonable condenar a este docente,que en realidad no esta haciendo nada mas que abrir las mentes hacia el conocimiento.

Antonella Gaboardi,2do 8va. Turno Tarde

Anónimo dijo...

Para mi la editorial enfoca este caso en general, solamente pensando en el modo de poder lucrar, de beneficiarse con el uso de los textos por parte de Potel sin tener en cuenta su verdadera causa ni el fin con el que implementaba esa informacion en sus blogs.
Potel, sin embargo solo queria hacercarle a la comunidad un poco de "cultura" ya que la mayoria de la gente que "deambula" por internet no suele leer demaciados libros (no en la gran mayoria) y gracias a Potel podian acceder a ellos de una manera mas rapida, directa y economica.
Ambas partes tienen su buen punto de vista, pero creo que los blogs de Potel solo tenia buenas intenciones y en ningun momento quiso lucrar "a costillas" de los filosofos o en todo caso, de las editoriales.

Santos, 2do 8va.

Anónimo dijo...

A mi me parece que Horacio Potel lo unico que queria era publicar parte de esos libros y no causar molestias a ninguna editorial, pero por otro lado las editoriales tienen razon ya que no se puede publicar ni hacer copias de ningun libro.En fin me pareceria mejor q en vez de ocuparse de esas cosas se tendrian que ocupar de cosas mas importantes que pasan en el pais.

Mariana Sawczuk 2º8va.

Anónimo dijo...

Parece ser que el señor Potel no quería tener una influencia negativa sobre las ventas de los textos que el mismo proveía desde sus sitios, es más, es casi seguro que X texto tuvo una baja en las ventas, ya que en la mayoría de los casos si uno encuentra un texto que es dificil, y lo utiliza, o le gusta, y luego lo ve en una librería lo termina comprando. Pero también las editoriales piensan en sus ganancias obviamente, por eso prohíben la distribución gratuita de esos libros.

Obviamente si la ley está de su lado, las editoriales tienen todo el derecho, pero si es una ley injusta merece ser cambiada.

El Sr. Potel de todos modos aún puede distribuir esos textos, si los mismos son archivados en un servidor externo a su sitio el puede distribuir los links sin tener problemas legales, ya que el no guarda los archivos en su sitio, lo máximo que pueden hacer es que retire esos links (que hasta creo que no pueden hacerlo).

Zundel, 2º 8va, Turno Tarde

yesica dijo...

Potel lo unico que hizo fue publicar,y hacer accesibles, aquellos materiales necesarios para quienes estan interesados en el tema y no tienen acceso posible a esta informacion. Creo que no fue su intención molestar a las editoriales...si no beneficiar a la sociedad,en cuanto a promover la educacion. Siendo asi,entonces,¿por qué castigar a quien trata de promover la difusion de la cultura?... Y en caunto a la ley,11.723, darle un repaso y si es posible tratar de modificar!!!... YESICA ALFONZO 2°8va T.T

Anónimo dijo...

CREO Q POTEL NO DEBERIIA SER JUZGADO...lo q el hizo por fue algo q otras personas no hicieron y mucha gente se vio beneficiada,,yo creo Q LOS LIBROS DEBERIAN SER HERRAMIENTAS POPULARES Y NO SAPIENZIAS ELITISTAS A LAS Q SOLO PUEDAN ALCANZAR PERSONAS CON ALTO PODER ADQUISITIVO..POR OTRO LADO LOS DERECHOS DE AUTO SON PARA EL ROBO INELECTUAL ..EN LO QUE CREO Q POTEL NUNCA SE ADJUDICO PENSAMIENTOS AJENOS COMO PROPIOS POR LO TANTO NO ES ROBO Y NO DEBERIA SER JUZGADO!!..

MATIAS DAMIANI 2°4°